Investigadores del King's College de Londres, la Universidad de Harvard (Estados Unidos), la Universidad de Bristol (Inglaterra) y la Universidad de McGill (Canadá) realizaron un estudio en conjunto, cuyos resultados sugieren que la lactancia materna disminuye la probabilidad de que el bebé desarrolle eccema durante la adolescencia.
El equipo de expertos trabajó con más de 13 mil adolescentes bielorrusos inscritos en el ensayo: Promoción de la Lactancia Materna Estudio de Intervención (PROBIT por sus siglas en inglés), que reclutó poco más de 17 mil madres y sus recién nacidos durante junio de 1996 a diciembre de 1997.
A la mitad de las participantes se les proporcionó apoyo basado en las recomendaciones que da la Organización Mundial de la Salud y la UNICEF, mientras que a la otra mitad practicó la lactancia libremente.
El análisis de los datos recopilados se realizó 20 años después, de mayo de 2016 a abril de 2017. Los resultados indicaron que los casos de eccema son un 54 por ciento menos frecuentes a los 16 años en aquellos casos que la madre practicó la lactancia supervisada por los expertos.
El eccema es un conjunto de afecciones dermatológicas, caracterizadas por presentar lesiones inflamatorias diversas tales como: eritema, vesículas, pápulas y exudación.
El Dr. Michael Kramer, investigador principal del estudio explicó que "PROBIT, es el ensayo aleatorizado más grande en la historia realizado en el campo de la lactancia humana, continúa brindando información científica y clínicamente importante más de dos décadas después de su inicio".
Con información de The JAMA Network y McGill