A partir de un estudio publicado en la revista Science, realizado por investigadores de las universidades de Hamburgo, Colorado y Cambridge, se descubrió que el efecto nocebo, es decir, las reacciones adversas que se reportan ante el suministro de un fármaco inerte, fueron mayores en los productos más costosos.
Los científicos reclutaron a 49 personas en un ensayo para una supuesta crema contra el picor de la dermatitis atópica que, en realidad, no contenía ningún ingrediente activo. Se dijo a los participantes que uno de los efectos secundarios de la crema era una mayor sensibilidad al dolor; sin embargo, a una mitad del grupo se les informó que la pomada era costosa y a la otra que era barata.
Los participantes que usaron la crema “costosa” acusaron una mayor sensibilidad en una prueba de tolerancia al calor, y los efectos del nocebo se volvieron más pronunciados a medida que avanzaba el experimento. Los investigadores descubrieron que ciertas partes de la médula espinal se activaron a causa del dolor por efecto del nocebo y determinaron que las sensaciones alteradas, en respuesta al precio, están asociadas con diferencias en dos regiones cerebrales: la sustancia gris periacueductal y la corteza cingulada anterior rostral.