Un equipo de investigadores la Universidad de Konstanz (Alemania) ha creado un tipo de cemento basado en la nanoestructura de las espinas de los erizos de mar, lo que lo hace resistente a fracturas.
De acuerdo con los investigadores, las espinas de estos animales están hechas de calcita, un material que generalmente resulta frágil y quebradizo. Sin embargo, esto no aplica para los erizos de mar; la razón de su fuerza es la forma en que la naturaleza optimiza los materiales utilizando una arquitectura de estilo “pared de ladrillo”.
El equipo logró sintetizar con éxito el cemento a nivel nanométrico de acuerdo con el “principio ladrillo y mortero”, es decir, durante el proceso se identificaron macromoléculas que toman la función de mortero, fijando los bloques cristalinos entre sí en la escala nanométrica, con los bloques ensamblados de manera ordenada.
Para dejar más clara la información, los expertos explican que en la nanociencia, la arquitectura de estilo de “pared de ladrillo” se puede comparar con el trabajo de un albañil: cada capa de ladrillo que se coloca mantiene su lugar debido al mortero.
El principio rector es aplicar una capa dura y enseguida materiales blandos de manera sucesiva, de esta manera es que las espinas de los erizos se vuelven tan resistentes. Cuando se aplica fuerza a la calcita quebradiza su bloque cristalino se agrieta, sin embargo, la energía se transfiere a una capa suave desordenada.
“Nuestro cemento, que es significativamente más resistente a las fracturas que cualquier otro que se haya desarrollado hasta ahora, nos proporciona posibilidades de construcción completamente nuevas", explicó Helmut Cölfen, líder de la investigación.
Un pilar hecho de este material podría alcanzar los 8 mil metros de altura, diez veces más alto que el edificio más grande del mundo. Mientras que el acero normal consigue una altura de 3 mil metros.
Con información de University of Konstanz