Campesinos nepaleses llevan forraje para sus animales. Nepal es uno de los países más afectados por el cambio climático.
Crédito: Chris Steele-Perkins/Magnum Photos for FAO
Dentro del marco del Día Internacional de las Montañas celebrado este 11 de diciembre, cerca de 60 países y más de 200 organizaciones de la sociedad civil se comprometieron a fortalecer la resiliencia de los pobladores de las montañas y sus entornos frente al cambio climático, el hambre y la migración, además de garantizar que el desarrollo sostenible de las montañas se incluya en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad).
Entre la asociación de Alianza para las Montañas, la FAO y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), con más de 300 integrantes de gobiernos, organismos intergubernamentales, la sociedad civil y el sector privado, plantearon que antes de 2030 los siguientes objetivos deben cumplirse:
Los gobiernos examinarán y actualizarán sus políticas de desarrollo para integrar estrategias apropiadas para el desarrollo sostenible de las montañas y la conservación de sus ecosistemas.
Además, los gobiernos, organizaciones intergubernamentales y donantes revisarán y actualizarán sus políticas internacionales de cooperación para el desarrollo, a fin de que el desarrollo sostenible de las montañas y la conservación de sus ecosistemas sean parte integral de estas políticas.
Y finalmente, concientizarán sobre la importancia del desarrollo sostenible de las montañas y la conservación de los ecosistemas montañosos en todos los foros internacionales pertinentes.
Esto, surge a raíz de que las personas que habitan en las montañas (cerca del 13 por ciento de la población mundial), se ven cada día más afectados por el cambio climático y por las catástrofes de origen climatológico. A menudo están aislados geográficamente y viven marginados a nivel político y económico en sus propios países, lo que les hace más propensos al hambre y la pobreza.
De acuerdo con la FAO, a medida que los habitantes que viven en las montañas se vuelven más vulnerable, la migración a las áreas urbanas y al extranjero aumenta.
Maria Helena Semedo, directora general adjunta de la FAO explicó que “invertir en agricultura sostenible en las regiones de montaña es clave en la respuesta a los desafíos climáticos y migratorios, ya que promueve la adaptación y la mitigación ante el cambio climático y atenúa otras causas profundas de la migración, como son la pobreza rural y la inseguridad alimentaria”.
Con información de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura