Investigadores recogiendo muestras de suelo en Nueva Gales del Sur (Australia).
Foto: David Eldridge.
Un equipo internacional de investigadores ha creado una lista de aproximadamente quinientas especies de bacterias dominantes que pueden encontrarse en suelos de todo el mundo, lo que abre la puerta a nuevas investigaciones centradas en el estudio y manipulación de las especies más abundantes, con el fin de mejorar la fertilidad del suelo y aumentar su producción agrícola.
Según explican los expertos, la inmensa mayoría de la biomasa viva de la tierra está formada por las comunidades de bacterias que viven en el suelo, son dichos microbios los que controlan los procesos clave en el desarrollo de los ecosistemas y de la vida cotidiana, un ejemplo de ello, es la fertilidad del suelo, fundamental para producir alimentos y el secuestro de carbono, clave para minimizar el cambio climático.
Aunque el conocimiento que se tiene acerca de estos organismos es limitado, “nuestro estudio proporciona una oportunidad única de entender mejor la identidad y función de los microbios del suelo”, explica Manuel Delgado Baquerizo, autor principal.
Por su parte, el coautor del estudio, Fernando T. Maestre explicó que “la mayoría de las bacterias del suelo no han sido descritas aún, no coinciden con los registros genéticos existentes y nunca han sido cultivadas en el laboratorio”.
Durante el estudio, los investigadores recolectaron muestras de suelo en 237 ecosistemas terrestres, desde zonas desiertas a bosques tropicales o ecosistemas polares, situados en los seis continentes, las cuales se analizaron evaluando variables fisicoquímicas como el pH y el contenido en carbono, nitrógeno y fósforo. Además, combinaron los datos con el uso de técnicas de secuenciación de ADN.
Tras el análisis de la información recabada, los expertos observaron que el 2 por ciento de las especies de bacterias registradas a nivel global (aproximadamente 500 especies) comprenden cerca de la mitad de las poblaciones de bacterias en cualquier suelo de nuestro planeta.
“Las comunidades de bacterias siguen una dinámica muy parecida a la observada con la distribución de la riqueza en nuestra sociedad: unas cuantas personas concentran la mayor parte de la riqueza existente en la tierra”, señala Delgado Baquerizo.
“Si somos capaces de saber más sobre la identidad y función de estos microbios del suelo, podríamos manipular las comunidades microbianas producir suelos más productivos y sanos, que permitieran una mayor producción agrícola. ¡Nuestro estudio abre la puerta a una nueva y excitante etapa en el estudio de los microbios del suelo!”, concluyeron.
Con información de URJC