Un equipo de neurocientíficos de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos ha utilizado la electrocorticografía para observar (por primera vez en la historia) cómo se realiza el proceso de formación de un pensamiento en el cerebro humano.
La electrocorticografía es una técnica que consiste en colocar electrodos directamente sobre la superficie expuesta del cerebro para registrar la actividad eléctrica de la corteza cerebral, se usa principalmente en pacientes con epilepsia sometidos a cirugía.
Por ello, en el estudio participaron 16 personas con epilepsia, quienes realizaron una serie de ocho tareas diferentes que incluían estímulos visuales y auditivos. Algunas de las pruebas consistieron en repetir una palabra, identificar el género de una cara o una voz, determinar una emoción facial, pronunciar el antónimo de una palabra o evaluar si un adjetivo describe la personalidad del paciente.
A partir de los datos recabados, los investigadores descubrieron que para una tarea simple, como repetir una palabra presentada visualmente, las cortezas visuales y auditivas reaccionaron primero para percibir la palabra.
Posteriormente, la corteza prefrontal comenzó a interpretar el significado, seguido de la activación de la corteza motora en preparación para una respuesta. Durante el medio segundo entre el estímulo y la respuesta, la corteza prefrontal permaneció activa para coordinar todas las otras áreas del cerebro.
Mientras que, cuando se trata de una tarea particularmente difícil, como determinar el antónimo de una palabra, el cerebro requirió varios segundos para responder, durante los cuales la corteza prefrontal reclutó otras áreas del cerebro, incluidas las redes de memoria presumiblemente no visibles. Solo entonces la corteza prefrontal recurrió a la corteza motora para generar una respuesta hablada. Cuanto más rápido es la transferencia del cerebro, más rápido responde la gente.
De acuerdo con el equipo, un hecho que resulta curioso es que el cerebro comenzó a preparar las áreas motoras para responder tempranamente durante la presentación del estímulo inicial, lo que sugiere que nos preparamos para responder incluso antes de saber cuál será la respuesta. “Esto podría explicar por qué las personas a veces dicen cosas antes de pensar, explica la investigadora principal, Avgusta Shestyuk.
Por su parte, Robert Knight coautor del estudio explicó que “estos estudios muy selectivos han encontrado que la corteza frontal es el orquestador, que une las cosas para un resultado final”.
En conclusión, el cerebro mostró cuatro tipos diferentes de actividad neuronal. Los neurocientíficos explican que inicialmente las áreas sensoriales de la corteza auditiva y visual se activan para procesar señales audibles o visuales. Posteriormente, las áreas principalmente en las cortezas sensoriales y prefrontales se activan para extraer el significado del estímulo.
La corteza prefrontal está continuamente activa a lo largo de estos procesos, coordinando la entrada de diferentes áreas del cerebro. Y finalmente, la corteza prefrontal se detiene cuando la corteza motora se activa para generar una respuesta hablada o una acción.
Con información de Nature Human Behaviour y UC Berkeley