3 de octubre de 2016
Predecir las propiedades de cualquier sistema químico mediante las herramientas de la mecánica cuántica es la tarea del Laboratorio de Físicoquímica Teórica y Computacional del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Unidad Mérida. En su interior, el grupo de investigación conocido como Merino lab busca predecir moléculas que, de alguna manera, rompen los conceptos tradicionales de la química.
Gabriel Merino Hernández, líder del grupo, señala que en la preparatoria y en la universidad enseñan comúnmente que el carbono tiene que ser tetraédrico; sin embargo, en Merino lab los investigadores buscan conocer si existen otras posibilidades para estabilizar un carbono.
“Hemos tratado de ver si es posible estabilizar carbonos tetracoordinados pero planos, o pentacoordinados o hexacoordinados, es decir, que vayan más allá”, declaró para la Agencia Informativa Conacyt.
El investigador, quien forma parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con nivel III, describió que el primer reto consiste en implementar las ecuaciones de la mecánica cuántica y adaptarlas para aplicarlas a los sistemas que se desean estudiar.
“Hasta que no pasa ciertos estándares es cuando nosotros podemos calcular las propiedades de un sistema que es conocido y podemos ir más allá, predecir nuevas especies o nuevas propiedades que sean útiles para los objetivos propuestos, ese es el objetivo principal de nuestra área”, expresó.
Proyectos actuales
Los carbonos tetracoordinados planos fueron propuestos como resultado de la tesis de doctorado de Gabriel Merino. A partir de esto, en el grupo del Cinvestav se han dedicado a intentar predecir nuevos sistemas y algunas de las moléculas propuestas han sido detectadas experimentalmente, lo que representa un logro en este campo.
De igual manera, han estudiado compuestos organometálicos. En el campo de la aromaticidad han realizado aportes importantes para predecir la estabilidad de algunos sistemas, implementando particiones de lo que se conoce como campo magnético inducido. “Lo que tratamos de entender son dos conceptos básicos: el enlace químico y la aromaticidad, que son básicas en el lenguaje de la química”, apuntó Merino Hernández.
En los años más recientes, los investigadores han trabajado en la implementación de nuevas metodologías de optimización; a partir de ello han desarrollado un programa (gratuito para quien lo solicite) que permite explorar la superficie de energía potencial de cúmulos pequeños de entre cuatro y 25 átomos. “Cada vez tratamos de mejorarlo para explorar sistemas mucho más grandes”, comentó el investigador.
Con información de Conacyt